domingo, 25 de noviembre de 2007

MUCHOS INTERROGANTES EN LEDESMA


Es indudable que la construcción de una central térmica de ciclo combinado a las afueras de la villa de Ledesma cambiará la fisonomía de este entorno tormesino. Al igual que lo hicieron las múltiples intervenciones a lo largo de todos estos años, desde que antaño se construyeran las murallas o su iglesia fortificada, el viejo y el nuevo puente son algunas transformaciones que se han incorporado ya a la percepción de los ledesminos y ledesminas. Algunas intervenciones recientes, quizá más drásticas nos hablan en cambio de la necesidad de comunicar e industrializar la villa. Son por ejemplo las torres de telefonía, los silos para almacenar el grano o los depósitos para abastecer a la villa de agua potable que despuntan en todo momento se mire desde donde se mire el enclave ledesmino. No obstante, con la central térmica, además del impacto paisajístico y las consiguientes infraestructuras para que una industria de este tipo funcione (redes de alta tensión, mejores carreteras, gaseoducto, subestación eléctrica o canalizaciones de agua desde el río….) más o menos integradas en el paisaje actual, la contaminación derivada de la combustión de miles de toneladas de gas diariamente, incorpora un nuevo elemento en todo ese conjunto paisajístico del que venimos hablando. Se calcula que unas 15 toneladas de gas de CO2 se emitirán diariamente por las chimeneas, además de otros gases nocivos para el ser humano y, por lo tanto, para el medio ambiente en general. Gases en su mayoría causantes del cambio climático que ya venimos percibiendo desde hace algunas décadas. Nuevos impactos paisajísticos que esta vez se suman con su funcionalidad a aumentar la crisis ambiental a la que nos enfrentamos como ciudadanos y como sociedades desarrolladas.

Que la provincia de Salamanca sea excedentaria en producción de energía (recordemos las centrales hidroeléctricas de Villarino, Aldeadávila o Saucelle) no parece ser razón suficiente para preguntarse si el proyecto tiene sentido o no. Tampoco parece que se haya tenido en cuenta que la Mancomunidad de Aguas de Cabeza de Horno, que abastece a un total de 22 municipios entre los cuales -además de los adyacentes a este tramo del río- se encuentra Vitigudino, vayan a beber el agua contaminada con productos tóxicos y altas temperaturas que metros arriba verterá la central. También parece que la expropiaciones a lo largo de 30 kilómetros que desde el gaseoducto que cruza la península de norte a sur por la capital hasta Ledesma y las consiguientes debido a la instalación de nuevas redes eléctricas vayan a tener consecuencias.

El caso es que si sólo tuviéramos en cuenta la primera de las agresiones mencionadas, la de los gases de efecto invernadero, sería suficiente para que al menos una gran parte de la población pudiera preguntarse si de verdad el proyecto térmico tiene sentido. Eso es al menos lo que ha pasado en Rivas Vaciamadrid, en Morata de Tajuña o en el entorno de la Bahía de Cádiz, donde la población está plantando cara y poniendo entre la espada y la pared a empresas como Endesa cuyo único interés es hacer dinero fácil a consta de prometer chimeneas pintadas de color verde y parques y jardines en los alrededores. ¿Pero qué pasa en Ledesma? ¿dónde están esos interrogantes? ¿quién se preocupa de averiguar qué va a pasar con la central? ¿cuáles van a ser sus efectos? ¿cómo cambiará la vida?. Me temo que Endesa ha ido a parar donde le convenía, con un discurso neocolonialista y prometiendo el oro y el moro, se ha llevado al alcalde a un buen hotel de Madrid para luego volver al pueblo y anunciar por fin la solución al problema del empleo y el desarrollo en definitiva socioeconómico de la comarca. Endesa conocía perfectamente qué iba a pasar en Ledesma, sabía perfectamente que las preguntas obvias y sensatas no iban a surgir de forma clara y contundente. La Plataforma Antitérmica del Tormes quiere creer que todos estos interrogantes necesarios para plantar cara a Endesa y sus secuaces están en el subconsciente de los ledesminos y ledesminas. Por eso, la Plataforma no cesará en su intento de soñar en una Ledesma sin humo y con la ilusión puesta en buscar alternativas y soluciones para todos, sin hipotecar la belleza que fuera y dentro de sus murallas nos muestra Ledesma cada día.

No hay comentarios: