domingo, 2 de septiembre de 2007

LA CNE INVESTIGA A IBERDROLA Y ENDESA POR LA "ENERGÍA VERDE"


La Comisión Nacional de la Energía (CNE) está a punto de abrir expediente informativo a Iberdrola y a Endesa por la venta de "energía verde", que los clientes pagan más cara de forma voluntaria por su carácter limpio. Todos los usuarios, sin saberlo, abonan ya una prima (1.000 millones de euros al año) para mantener energías renovables, por lo que Endesa e Iberdrola podrían cobrar dos veces por lo mismo. Iberdrola y Endesa, y especialmente la primera, han iniciado una campaña para "vender" publicitariamente su preocupación por la naturaleza y el entorno. Al igual que ya se hace en otros países más desarrollados, ambas han decidido ofrecer a los clientes más preocupados por la ecología la posibilidad de comprar energía supuestamente limpia con un ligero sobreprecio (entre seis euros y un euro anuales).

Pero los problemas, a pesar de que la iniciativa es muy reciente, no han tardado en surgir. El primer problema que está siendo analizado por la Comisión Nacional de la Energía, según han confirmado fuentes de este organismo, es que en España los usuarios ya pagan un sobrecoste en sus facturas para mantener las llamadas energías renovables. Este año, ese sobrecoste ascenderá a unos mil millones de euros. Como por mucho que se contrate "energía verde" la oferta energética medioambiental no cambia, se podría dar el caso de que el cliente bienpensante estuviera pagando dos veces por la misma cosa. O lo que es lo mismo, dejando un beneficio indebido a las compañías.

Certificados

Otro aspecto importante es que, en el sistema eléctrico español, la energía es de quien la compra. Es decir, la energía que producen Endesa e Iberdrola, limpia o no, certificada o no (Red Eléctrica es la encargada de certificar el origen limpio de la energía), llega toda al mismo lugar: el mercado mayorista. Las distribuidoras (las mismas compañías) compran luego la energía para distribuirla a sus clientes. Pero compran energía, no energía más verde o menos verde, con lo que el producto que se vende más caro podría no ser lo que realmente parece. Con esta base, algunas organizaciones de consumidores han hecho público ya su malestar por las campañas publicitarias que se han puesto en marcha.

Tanto Endesa como Iberdrola han reclamado para sí el mérito de ser pioneras incluso en la exportación de "energía verde" a países europeos como Holanda y Austria. Frente a las críticas, ambas compañías esgrimen las certificaciones del Renevable Energy Certificate System (RECS), que administra en España REE. Además, Iberdrola sostiene que una entidad auditora externa verifica y certifica que la energía verde que vende procede exclusivamente de fuentes cien por cien renovables.

Santiago Carcar. El País

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